Emprendiendo con unas bases sólidas

Emprendiendo con unas bases sólidas

Emprendiendo con unas bases sólidas

Tiempo de lectura: 8 minutos

Estamos en tiempos de crisis, bueno, creo que estamos en tiempos de crisis desde tiempos inmemoriales.

Pero la crisis que tenemos ahora es diferente a ninguna conocida anteriormente. Una crisis sanitaria y económica que está haciendo tambalear a grandes potencias económicas y millones de trabajadores y emprendedores.

Quiero ser positivo y pienso que saldremos. El Mundo ha salido de peores situaciones, como puede ser una Guerra Mundial. Hablan de que la covid es la Tercera Guerra Mundial, pero dudo mucho que quien lo dice sabe lo que es una guerra, en las que se dispara al enemigo y mueren inocentes.

Vale, en 2020 y 2021 está muriendo gente, pero no hay bombas.

No es lo mismo.

Cuando las crisis aprietan, cuando el paro crece, cuando el dinero no llega a casa, cuando te despiden de tu trabajo, cuando tu vida cambia, cuando tu familia crece o incluso cuando estás cansado de tener horarios fijos y un jefe, el espíritu emprendedor emana de nosotros.

En mi caso, la causa de emprender, fue la última: en apenas 4 años trabajando por cuenta ajena me di cuenta de que yo no quería horarios ni jefes que no me dejaran crecer profesionalmente hasta donde yo quisiera. Me di cuenta de que quería poder ir al supermercado cuando estuviera vacío.

Lo he contado en posts anteriores, como este https://www.sarpanet.es/es/algunos-consejos-tras-12-anos-al-frente-de-sarpanet/, en la empresa donde trabajaba no entendieron mi filosofía de querer crecer y aprender algo nuevo cada día, sin necesidad de tener un sueldo mejor. Tan solo no quería estar siempre haciendo el mismo trabajo. Era demasiado joven y seguramente esto me penalizó. Pensaban que no está bien que un chaval de 23 años sea quien manda y sea el más joven del equipo.

Así que me piré y me lo monté por mi cuenta, acierto del 100%. Lo volvería a hacer 1 y 1000 veces.

Será que tengo sangre emprendedora.

Si hoy volviera a cuando empecé en 2003, sabiendo lo que sé hoy, cambiaría muchas cosas. Todos cometemos errores y con el tiempo aprendemos a errar menos. Aunque errando, se aprende y mucho.

Comenzar la etapa de emprendimiento es apasionante, y más aún cuando vienes de trabajar en una empresa. Pasas a gozar de una libertad total y ese sentimiento es único e involvidable.

Pero esa pasión viene siempre acompañada de incertidumbre. Por ello siempre es bueno tener un as en la manga y, aunque apuestes todas tus cartas a la jugada del emprendimiento, siempre hay que guardar un as en la manga. En mi caso hubiera sido el retorno a trabajar en un hotel, pero solo pensar en ello me ponía la piel de gallina y hacía que sacara lo mejor de mi.

Recomendaciones cuando emprendemos

  1. Mi recomendación número 1 sería la de emprender un negocio cuya inversión sea la menor posible.Si estamos seguros de que va a funcionar bien pero la inversión nos va a hipotecar de por vida, lanza primero un proyecto menor, y comprueba que tu producto es viable. Muchas veces creemos que nuestra idea va a funcionar pero luego es un fracaso total.Veo cada mes docenas de negocios que tienen que cerrar y dejan a sus espaldas enormes cantidad de dinero invertidas.Crece poco a poco, no tengas prisa, comprueba que tu negocio es viable y ya tendrás tiempo para crecer e invertir grandes cantidades de dinero. Es probable que la idea inicial no fuera la acertada y vas a tener espacio para maniobrar y cambiar de estrategia. Piensa que si estás solo es como si fueras en una barca del estanque del Retiro, la puedes mover a tu gusto. Pero si vas en equipo el barco es más grande y maniobrar un barco es mucho más lento y complejo que mover un remo.

    Y es que, cuando empezamos, tenemos una visión muy general de nuestro proyecto, de hacia dónde queremos ir y cómo quieres que funcione. No entramos en muchos más detalles. Pero según comencemos con la actividad iremos tejiendo y validando todas nuestras ideas. En ocasiones los emprendedores no saben prácticamente nada sobre el proyecto que van a desarrollar y se debe ir testanto y verificando cada movimiento. El clásico enyayo-error-ensayo-error-acierto. Cuanto menos erremos, mejor, no debemos dejar las cosas al azar si no que hay que ir sobre seguro. Así no malgastaremos el tiempo ni dinero ni esfuerzo ni motivación. El errar muchas veces nos puede llevar a la desesperación y al fracaso del proyecto. Por ello, mi recomenación, comenzar con la mínima inversión. Si quieres montar un restaurante quizá antes debas testar tu producto en un pop-up de un centro comercial o en un pequeño local.

  2. Este punto está muy relacionado con el primero, y es el de lanzar un producto mínimo viable, y esto no es algo que se hace solo en empresas tecnológicas, se puede testar previamente cualquier producto.Podemos ofrecer nuestro producto sin tenerlo, ofrecer nuestro servicio sin haberlo desarrollado al 100%, imaginación al poder. Si quieres ponder una tienda de ropa puedes testar antes tus productos en una tienda virtual, en redes sociales o, repito, en un pop-up de un centro comercial, en un mercadillo semanal o esporádico, alquilar un truck y probar.La idea es hacer un test sobre el mercado real, con clientes y compradores de verdad. Comprobar que la gente está dispuesta a pagarte por lo que ofreces.  Vale que hay negocios que este testado no se puede llevar a cabo, como puede ser un hotel en Benicassim, pero puedes ver tu competencia, puedes saber sus datos, y también puedes y debes diseñar varios escenarios y estar preparado para el peor de los casos. Ser pesimista en el plan de empresa es lo mejor que te puede pasar, asi no idealizarás lo que quieres conseguir.
  3. Dicen los sabios que en grupo se llega más lejos, y yo digo también «más vale solo que mal acompañado». Crear un buen equipo para un proyecto es sumamente complicado y tener éxito es más cuestión de suerte que de previsión. Si puedes empezar solo, hazlo. Una vez más, ya tendrás tiempo de tener compañía.Si aún así estás decidido a saltar a la emprendiduría acompañado, busca un compañero o compañeros cuyo perfil sea diferente al tuyo. De nada me hubiera servido a mi comenzar con otro desarrollador web y que hiciera lo mismo que yo. Si tu perfil es operativo, búscate un compañero de aventuras con un perfil comercial. Aún así, os tocará hacer de todo a todos. Incluso limpiar la oficina. Poco a poco os iréis especializando y cada uno tendrá claras sus obligaciones.Los principios siempre son bonitos, todos os implicaréis al máximo, todos querréis mejorar todo yes posible que, aun siendo bonito, sean los momentos de mayor invertidumbre y habrá tensiones en el equipo por las diferentes opiniones y visiones de los procesos a seguir. Pero esto hará que el equipo esté más unido, siempre dentro de un ambiente de cordialidad, y entendimiento.
  4. Si somos pequeños la gestión de imprevistos será más sencilla. Pero si tenemos un equipo de 10 personas y hay un imprevisto la cosa se complica. Pienso en todos los negocios afectados por el maldito coronavirus, esto es un imprevisto y grandes empresas lo están pasando realmente mal. En mi caso hace unos años decidí no seguir trabajando en casa, adecenté un local que entre pitos y flautas tardé 8 meses en tenerlo 100%. Desde el pedir presupuestos de obra, pedir permisos, hacer la obra y pedir de nuevo permiso de actividad se me fue a 8 meses. Y era una simple oficina.Por suerte el tener o no la oficina no influía en mi facturación, pero en otros negocios puede ser la ruina. Tengo un cliente que quiso abrir una confitería, alquiló el local, se metió en obras pero se encontró con que el ayuntamiento no le daba el permiso porque no cumplían con la altura mínima. Otro montó un albergue y le hicieron cerrar la cafetería porque no estaba bien insonorizada. Estos imprevistos pasan y hay que preverlos. Si vamos a hacer obras, si necesitamos permisos para una fábrica, para una casa rural, para una carnicería, para un restaurante, lo que sea, infórmate bien antes de todos los requerimientos o ficha a un profesional que te lo gestione y sepa bien lo que está haciendo. Y, cuando estés en pleno rendimiento, habrá también imprevistos… asegúrate de tener un buen equipo de profesionales en caso de tener una urgencia. Que si tienes un hotel no tengas que tener bloqueada una habitación durante una semana en plena temporada alta porque el grifo del lavabo se ha roto.
  5. Escucha a tus clientes. Cuando empezamos los primeros clientes son inolvidables, sus comentarios y opiniones se quedan grabados a fuego. Escúachalos, a esos y a todos los que venga. Gracias a ellos podrás llegar a tener el mejor producto o servicio. No tengas miedo en preguntarles, en que te den su opinión. El emprendimiento es un proceso de ir fallando y acertando. Ni siquiera Steve Jobs lo hizo todo bien. Por eso, una vez más, es importante comenzar poco a poco y, cuando tengamos la idea perfeccionada, lanzarla en grande si es viable y es nuestra idea.
  6. Unas semanas antes de comenzar con Sarpanet me preparé una previsión de ventas. Por supuesto era demasiado optimista. Hasta el tercer año no logré tener un sueldo aceptable. Hasta entonces tiré de mis ahorros y aguanté. Tenía un colchón que me ayudó a aguantar. Pero esto sería algo que sin duda cambiaría. No podemos esperar 3 años para tener un sueldo que cubra tus necesidades.Hoy en día el plazo máximo que me marcaría para saber si un negocio es viable o no sería de un año. Diría seis meses, pero voy a poner 12. Hay negocios que tardan en rodar. Y digo 12 meses en un negocio cuya inversión sea mínima. Con mínima hablo de no más de 15.000-20.000 euros. Si hablamos de más, el tiempo para tener ese sueldo debería bajar proporcionalmente. Los comienzos son duros y muchas empresas cuando empiezan lo que tienen que hacer normalmente es robar clientes a otras empresas. Y ese es un momento complicado. ¿Qué cambiaría yo si volviera a empezar?, claramente haría una gestión comercial mucho más potente, invertiría en publicidad y me movería más para conseguir más clientes.
  7. Ponte metas. Los primeros meses serán de testado, de probar, de acertar, de fallar… pero ponte metas. Metas de número de clientes, metas de facturación, todas las metas que creas convenientes. Pon metas realistas, no sueñes. Y cúmplelas. Si haces web y tu meta es conseguir 12 clientes el primer año, consíguelos. No decaigas.
  8. Apriétate el cinturón que despegamos. Imagina el cohete espacial que lanzan desde Cabo Cañaveral, los astronautas con sus cinturones, y la cuenta atrás… four, three, two, one… zero!!! Estate preparado para sufir mil penalidades y disfrutar de mil alegrías, estate preparado para no cobrar tu sueldo los primeros meses, estate preparado para cualquier cosa. En los comienzos mira hasta la última peseta, no malgastes el dinero, debes ser lo más ahorrador posible. Cuando se comienza un proyecto se suele tener cierta holgura económica y esto nos puede llevar a gastar más de la cuenta en cosas innecesarias. Si puedes comenzar con tu viejo portátil no te compres un Apple de sobremesa para «dar mejor imagen a nuestros clientes». No caigas en la tentación de que, por tener mucho dinero puedes gastar mucho dinero.
  9. Finalizaré este post de las bases necesarias para emprender con cierta garantía con el tema de la financiación. Tengo una máxima y es que si tu proyecto necesita financiarse corres un alto riesgo de no poder devolver esa financiación. Vale que no todo el mundo que quiere montar una ferretería tiene 70.000 euros para invertir en material, pero nuestro negocio, repito por última vez, debe implicar el hacer la menor inversión posible. Si podemos comenzar la ferretería invirtiendo 35.000 euros en vez de 70.000 habremos acertado. Por suerte sigue existiendo en España una aversión a la financiación ajena en los emprendedores. Si necesitas imperiosamente financiarte hazlo con un máximo del 50% de la inversión, es decir, si necesitas 70.000 euros para comenzar con tu proyecto, financia un máximo de 35.000 euros. Los otros 35.000 euros ponlos de tu bolsillo, de familiares, de amigos, etc. Este colchón del 50% te ayudará a ser fiel a tu proyecto y, en caso de que vaya mal, el batacazo no será tan grande. Los bancos no perdonan los plazos de devolución. Un amigo, sí.

Añadiría un último punto, pero este lo doy por hecho, la idea de tu negocio debe ser buena, muy buena.

Espero que os sirvan estas recomendaciones que doy, una vez más, desde mi experiencia.

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